--¿Sabes?, lo cierto es que tú eres una bollera con la que podría vivir. Me dejarías en paz cuando quisiera.
Lisbeth guardó silencio.
--Aparte de que, en realidad, tú no eres una bollera. Al menos no una auténtica bollera. Tal vez seas bisexual. Más que nada creo que eres sexual: te gusta el sexo y te importa una mierda el género. Eres un caótico factor entrópico.
La chica que soñaba con un cerillo y un bidón de gasolina, Stieg Larsson.
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