Hay cosas que aún quisiera decirte. Nada tal vez, no mucho. Apenas un par de palabras mordidas por el tiempo que pasa entre mi voz, y tus ojos que no miran. Qué ha sido que el olvido perdonó mi nombre, y todos los días lo recuerda para volver a apuntarlo en su lista de pendientes.
Te diría dos cosas en dos palabras. Nada amor. Ya nada.
